viernes, julio 23, 2010

El 29-S yo voy, yo paro

De mes en mes
Mundo Obrero
Ginés Fernández González / jul-ago 10

...ayer privatizaron la tierra, el agua, el viento, la luz y el sol y no podemos consentirles que privaticen ya nuestros sueños"
Cayo Lara, Coordinador Federal de IU.

Los sindicatos de clase Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores han convocado Huelga General para el día 29 de septiembre, en rechazo de la reforma laboral aprobada por decreto, -en la actualidad en trámite parlamentario- y que según parece -por las declaraciones de los partidos que apoyan esta medida contra la clase trabajadora-, puede verse endurecida si cabe aún más.

Desde IU y desde el PCE hemos venido solicitando la movilización general como rechazo a las políticas económicas del gobierno del PSOE, pero también como rechazo a la actitud de la derecha económica y política, en la medida que gobierna en comunidades autónomas y ayuntamientos, por su beligerante forma de actuar contra los derechos sociales y logros históricos del movimiento obrero.

Pero han sido las propuestas de ampliación del sistema de pensiones y la reforma laboral las detonantes para que los sindicatos mayoritarios tomen esta transcendental medida tras meses de forcejeo con la patronal y el gobierno socialista. La Huelga es una medida extraordinaria de los trabajadores, y con su convocatoria se reconoce que la situación es extraordinariamente difícil para los trabajadores y trabajadoras y que sus intereses están siendo atacados de forma descomunal.

La reforma del sistema y la reforma laboral suponen la ruptura de marcos de acuerdo, hasta hoy sólo rotos en determinados momentos que tuvieron su adecuada contestación. La reforma laboral que realiza el gobierno español es obra de un antiguo ministro de Felipe González, Miguel Boyer, que fue suavizada por los asesores de Moncloa. Es una carga de profundidad en las relaciones laborales de este país, ya que aceptando medidas neoliberales pone patas arriba los tres parámetros de las mismas que son: el sistema de entrada, la permanecía en el mismo y la salida, mediante la dificultad de acceso a un puesto estable de trabajo aumentando las condiciones de inseguridad y eventualidad, la modificación de forma sustancial de la condiciones de trabajo mediante la movilidad geográfica, la modificación de los horarios laborales, suspensión del contrato, etc., y un despido más barato y subvencionado con dinero de todos a los empresarios, como ya hemos desarrollado en la sección Tema del Mes de este número.

Estas medidas, conjuntamente con las económicas, suponen la aceptación por parte del gobierno socialista de los dictados neoliberales de los mismos especuladores que han provocado la crisis, el abandono de las bases socialistas y la traición a millones de votantes. Lo preocupante ante esta situación es que el PP, "el Partido de lo Peor", como lo definió Cayo Lara, pueda atrapar votos descontentos o desilusionados. Los que se presentan como el partido de los trabajadores no definen su programa, lo mantienen oculto, pero cierto es que cada vez que concretan su discurso genérico dicen lo mismo que la patronal, e incluso endurecen la reforma laboral del gobierno como antes lo habían hecho con las medidas económicas. Los trabajadores y las trabajadoras de este país no pueden dejarse engañar por trileros del mensaje, por quienes mantienen en sus filas a corruptos y la trama de corrupción más grave de la democracia, por quienes son subvencionados de forma irregular por la patronal y, lo más grave, por quienes ocultan sus intenciones para llegar al poder teniendo un programa neoliberal y contra la clase trabajadora como están aplicando en las comunidades autónomas donde gobiernan siendo su exponente la de Madrid.

Nos quieren vender que estas medidas son inevitables, que son como un "castigo divino", que no hay otra forma de salir de la crisis y eso no es cierto. Lo que es cierto es que el neoliberalismo impone sus dictados y tanto PSOE como el PP son parte del partido único de la oligarquía financiera, como expuso Samir Amin en la asamblea de refundación de IU. Pero frente a esta políticas hay alternativa, una alternativa que se basa en una salida social a la crisis, que la crisis actual no la paguen los de siempre: los trabajadores y las trabajadoras y la mayoría social. No cabe caer en la desesperanza puesto que es lo que desean para poder aplicar "la receta neoliberal" y que ésta sea asumida por la población. Hay otra salida a la crisis y se hace a través de la movilización. Izquierda Unida plantea una propuesta de izquierdas, contra la dictadura del capital financiero y por la calidad democrática, cuyos principales ejes son: trabajo para todos y todas con derechos; plena protección al desempleo; detener el ataque contra las pensiones y el sector público; que paguen más quienes más tienen y, mediante una fiscalidad progresiva financiar servicios pensiones y protección social públicas y avanzadas; crear y fortalecer un sector público que lidere el cambio de modelo productivo, intervención pública de la economía, creación de una Banca Pública; recuperar la democracia frente al mercado; control democrático de la economía y de las empresas; igualdad en derechos y en deberes y una ley electoral justa.

Los y las comunistas mostramos nuestro apoyo directo a la HUELGA GENERAL convocada por los sindicatos para el 29 de Septiembre. HUELGA GENERAL que pretende ser una movilización de toda la sociedad para exigir al Gobierno un cambio de orientación frente a su apuesta y la de los sectores más retrógrados del mundo empresarial. Estamos contra un modelo productivo que base la competitividad en la precariedad y en los bajos costes laborales, en el poder arbitrario del empresario y en el deterioro de las condiciones de trabajo, de la salud y la seguridad de la clase trabajadora.

Es una movilización contra una política y una filosofía que alientan un progresivo desmantelamiento del modelo social, que se basa en un conjunto de derechos irrenunciables para la ciudadanía, prestados por instituciones públicas, que han de ser protegidos y eficientemente gestionados. Debe ser una huelga cívica contra el bipartidismo y a favor de una verdadera democracia que se vea representada en las urnas con proporcionalidad, porque las sucesivas negaciones de la reforma electoral, son el vivo ejemplo de la consolidación del bipartidismo para a su vez mantener una política económica que beneficia a la clase empresarial a los bancos y las grandes fortunas. Por eso la Huelga General del 29 de septiembre es por los trabajadores y por la democracia.

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