martes, octubre 14, 2014

Momento constituyente

Mundo Obrero
De mes en mes/ Julio-agosto 2014

Entre otros, uno de los logros de las Marchas de la Dignidad con el éxito de la gran movilización que culmino el 22 de marzo en Madrid y que durante un mes caminó por los pueblos de España, fue derrotar la campaña de los poderes económicos, mediáticos y del gobierno de que estábamos saliendo de la crisis y que se iniciaba la recuperación, que se veía luz al final del túnel en palabras de alguna ministra.

El 25M supuso a la vez otra muestra del hartazgo de unas políticas que no solucionan los problemas de la mayoría social, que la empobrecen y que en el marco de una crisis de modelo social, político y económico los ricos se hacen cada vez más ricos.

En estos días, tras la coronación del nuevo rey han iniciado el segundo “round” y vuelven a retomar la campaña de marketing de la España virtual, sustentada en datos de recuperación estacional de empleo precario y barato, sobre índices de crecimiento que no inciden en el bienestar de la población y que llenan los bolsillos de los que de verdad mandan, de lo que representa el IBEX 35.

A pesar de lo que nos quieren “vender”, el retroceso social, político, económico y democrático es palpable y hace necesario que nos pongamos manos a la obra en una transición hacia más democracia y un sistema que defienda a las personas, hacia la construcción de una nueva sociedad para un nuevo modelo de país, para ello es necesario construir un proyecto de republica, pero esto no será posible sin un movimiento republicano unido y fuerte. Para esta tarea el PCE pone a disposición de la sociedad, de la mayoría social avanzada su propuesta republicana que desarrollamos en este número de Mundo Obrero. Son varias las generaciones que viven bajo un régimen que no han votado, que no han decidido y tienen el derecho a hacerlo.

El 15M puso en valor la participación de la gente, las ganas de decidir su futuro y que no lo decidan por nosotros élites instaladas, con ese espíritu e ilusión de cambiar las cosas reivindicamos nuestro derecho a decidir sobre la forma de estado y de gobierno, no queremos un rey impuesto por los poderes que siguen los dictados de la Troika para que les sirva de estandarte, de mascaron de proa de las políticas que desestructuran y mercantilizan al ser humano, siendo un ejemplo menor pero representativo sirva la privatización de los registros civilices -donde nos registramos como personas- para que a partir de ahora se haga en los registros mercantiles: los seres humanos como mercancía la máxima expresión del capitalismo.

Es por ello que necesitamos construir un nuevo modelo de sociedad que por un lado tenga como objetivo la republica y por otro, en el camino, ir solucionado los problemas de la gente, un modelo en el que se cumplan los derechos humanos como el de la vivienda y de las necesidades básicas; que la riqueza que se cree sea un bien común que su reparto justo y equitativo solucione las desigualdades; que genere las condiciones para el empleo digno con salarios justos, suficiente para una vida con dignidad y no en condiciones de pobreza; unas prestaciones sociales suficientes que superen los umbrales de pobreza y universales para todas la personas que carezcan de ingresos; una sociedad en la que sean públicos –de todos/as- la sanidad y la educación, los sectores estratégicos de la economía y una banca publica que facilite la mejora de las condiciones de vida de las familias y la situación de los autónomos y las pequeñas empresas; todo ello mediante el reparto de la riqueza con un política fiscal justa y redistributiva en la que contribuya más quien más tiene. Aunque todo esto pueda parecer a poco frente a grandes discursos, es en si un paso hacia el socialismo, puesto que disputa los elementos sustanciales en los que hoy se sustenta el poder.

Es la sociedad organizada, somos la mayoría social la que debemos y estamos en condiciones de cambiar esta situación, para hay que buscar espacios de encuentro sobre puntos concretos, para ello los comunistas tenemos la Alternativa Social Anticapitalista Democrática.

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